Dodgers apoyan a migrantes con un millón de dólares

Por Juan Pablo Ojeda

 

En un giro inesperado que mezcla política, deporte y responsabilidad social, el equipo de béisbol Los Angeles Dodgers anunció este viernes una decisión que busca sanar una fractura con una de sus comunidades más fieles: la latina. El club donará un millón de dólares para apoyar a familias de inmigrantes afectadas por las redadas migratorias que recientemente ordenó el expresidente Donald Trump en el sur de California.

Este gesto, aunque bien recibido por muchos, llega en medio de fuertes cuestionamientos hacia la organización, que fue criticada por su silencio en semanas pasadas, justo cuando miles de familias enfrentaban el temor de las redadas encabezadas por ICE (Inmigración y Control de Aduanas).

Stan Kasten, presidente y director ejecutivo del equipo, reconoció en un comunicado que los Dodgers escucharon el llamado de la comunidad. “Lo que está sucediendo en Los Ángeles ha resonado entre miles y miles de personas y hemos escuchado el llamado para que asumamos un papel de liderazgo en nombre de los afectados”, dijo, dejando claro que el club no quiere mantenerse al margen de una crisis que ha golpeado profundamente a los barrios más vulnerables de la ciudad.

La decisión de los Dodgers no es aislada. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también se pronunció sobre el tema. Afirmó que estas semanas han sido especialmente duras para la ciudad: “Han generado una ola de miedo que ha recorrido todos los barrios y ha tenido un impacto directo en nuestra economía. Mi mensaje a todos los angelinos es claro: nos mantendremos unidos durante este tiempo y no nos daremos la espalda”.

La donación irá acompañada de un trabajo conjunto con las autoridades locales para canalizar los recursos a través de organizaciones que atienden directamente a las familias afectadas. La intención es cubrir necesidades básicas como vivienda, alimentación, defensa legal y atención psicológica.

Un día antes de este anuncio, los Dodgers también fueron noticia por negarse a permitir la entrada de agentes de ICE al estacionamiento del estadio. Aunque el Departamento de Seguridad Nacional intentó bajarle el tono al asunto diciendo que la visita no tenía relación con ninguna operación migratoria, el mensaje ya estaba claro: el equipo de béisbol más popular entre los latinos en California no quiere ser parte del aparato de persecución migratoria.

Sin embargo, el malestar en la comunidad ya había alcanzado su punto más alto durante el pasado fin de semana, cuando en un partido con más de 55 mil asistentes, la cantante Vanessa Hernández (Nezza) interpretó el himno nacional de EE.UU. en español —“El Pendón Estrellado”— sin que estuviera programado oficialmente. El acto, aunque simbólico, fue visto por muchos como un acto de resistencia cultural ante el contexto de las redadas.

Durante décadas, los Dodgers han sido más que un equipo de béisbol en Los Ángeles. Son una institución cultural con raíces profundas en la comunidad latina, especialmente entre familias mexicanas y centroamericanas. Por eso, su silencio inicial dolió. Pero ahora, con una bolsa millonaria en apoyo directo y una postura más clara frente a la crisis migratoria, intentan reconectar con ese público que los sigue más allá del diamante.

En tiempos donde las líneas entre política y deporte se difuminan cada vez más, los Dodgers decidieron batear del lado de la comunidad. El partido aún no termina, pero esta jugada podría cambiar el marcador.

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