Censura, huachicol y Metro roto: las bombas que lanza Döring

Por Bruno Cortés

 

En política, cuando alguien dice que algo es “tóxico”, más vale poner atención. Y eso fue justo lo que hizo el diputado panista Federico Döring Casar al hablar del conversatorio que se realizará en el Senado para discutir una iniciativa sobre telecomunicaciones y radiodifusión. Para él, eso no es diálogo, es un distractor. Porque aunque se prometa eliminar el famoso artículo 109 —ese que abría la puerta a la censura oficial—, lo que queda en la propuesta es, según sus palabras, igual de peligroso.

Döring no se anda por las ramas: acusa que esa ley podría usarse para censurar a medios críticos, intervenir comunicaciones sin orden judicial, y frenar la libre expresión. Dice que no basta con quitar un artículo para disfrazar lo que llama una amenaza abierta al periodismo libre en México. Y por si eso fuera poco, también lanza una advertencia sobre lo que considera una tentación autoritaria: nacionalizar medios, como sugirió Paco Ignacio Taibo II con TV Azteca. Para Döring, esto no es solo una ocurrencia radical, sino una muestra clara del ADN de Morena, que según él, no tiene problema en castigar con censura a quien no se alinee.

Pero el legislador panista no se quedó en el tema mediático. También puso sobre la mesa un misterio que parece sacado de una serie policiaca: millones de litros de diésel decomisados en Guaymas y Tampico… sin un solo detenido. Según Döring, ni Gobernación ni el propio García Harfuch, ahora secretario de Seguridad, han respondido a sus oficios preguntando quiénes fueron arrestados o siquiera vinculados a proceso. Y lo que le parece aún más sospechoso es que, desde que pidió cuentas, de repente desaparecieron los decomisos. “Ya no hay barcos, ya no hay huachicol fiscal”, ironiza, como quien dice: ¿limpiaron el mar o taparon el escándalo?

Por si no fuera suficiente, también opinó sobre el nuevo director del Metro, Adrián Rubalcava, a quien le desea suerte, pero con presupuesto. Porque si no hay lana ni diagnóstico serio —como el de la UANL que reveló 37 grietas—, el nombramiento será más político que útil. Y eso, dice, no salva vidas ni mejora la seguridad del transporte más usado en la Ciudad de México.

Y cerró con un tema internacional que preocupa en serio: el amago de Donald Trump de tirar o modificar el T-MEC en 2026. Para Döring, si eso pasa, será un desastre diplomático que debería costarle el puesto a Marcelo Ebrard y a Juan Ramón de la Fuente. Porque en su visión, la prudencia del gobierno mexicano frente a Trump no ha servido más que para dejarnos más vulnerables.

Eso sí, cuando se le preguntó por las declaraciones del expresidente de EE.UU. sobre que Claudia Sheinbaum tiene miedo a los cárteles, el panista fue claro: más que miedo, lo que le falta es gabinete. Porque para enfrentar esos temas, no se trata de enredarse en pleitos personales, sino de tener un equipo con capacidad y experiencia.

Así que, entre acusaciones de censura, opacidad en temas de seguridad, infraestructura colapsada y fricciones internacionales, Döring lanzó más de una bomba. Y en medio de este escenario, la pregunta no es solo qué tan cierto es todo lo que denuncia, sino si alguien, desde el poder, va a responder.

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