Por Bruno Cortés
Mientras junio arranca con banderas arcoíris ondeando y preparativos para las marchas del orgullo en todo el mundo, en México también se empieza a sentir el eco de las demandas de la comunidad LGBTTTIQ+. Y no solo en las calles. En la Cámara de Diputados, Jaime López Vela, legislador de Morena y presidente de la Comisión de Diversidad, decidió no quedarse en las palabras bonitas. En conferencia de prensa, habló sin rodeos sobre las reformas que quiere empujar para que más ciudades mexicanas abracen y promuevan la diversidad como lo ha hecho Puerto Vallarta.
Puerto Vallarta no solo se ha convertido en un símbolo de libertad para la comunidad queer; también es un ejemplo económico. Con el reciente “Vallarta Pride 2025” –evento que atrajo a más de 30 mil personas– la ciudad no solo celebró su diversidad, sino que generó una derrama económica que ronda los 7 mil millones de pesos. Eso es casi la mitad del presupuesto del municipio. Y si algo deja claro este dato es que promover los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+ también puede impulsar el desarrollo económico.
Por eso, López Vela busca replicar el modelo en destinos como Acapulco, Oaxaca y la Riviera Maya. La idea es que se reconozcan oficialmente como destinos gay friendly o incluso como queer destinations, en donde turistas de la diversidad sexual se sientan libres, seguros y bienvenidos. No es solo una cuestión de derechos, sino también de estrategia económica. El turismo rosa es una industria creciente y México tiene el potencial para aprovecharla de manera ética y responsable.
Pero el diputado no se queda en el arcoíris. También trae bajo el brazo una iniciativa más urgente y quizá más estructural: una Ley General de Atención al VIH. ¿La meta? Atender como se debe una pandemia que lleva más de 40 años presente y que sigue afectando de forma desproporcionada a hombres gays, bisexuales, mujeres trans y trabajadoras sexuales. López Vela propone un modelo que asegure tratamientos innovadores, atención digna sin discriminación y continuidad médica sin importar si el paciente se cambia de institución de salud. Algo que parece básico, pero que en la práctica muchas veces se niega.
En paralelo, el legislador también alzó la voz ante el repunte de casos de viruela símica, otra enfermedad que ha golpeado especialmente a personas con VIH. Aunque ya se cuenta con la vacuna en México, aún no se distribuye, y López Vela exige que eso se corrija cuanto antes. Porque cuando se trata de salud pública, el tiempo no es negociable.
Además, el diputado morenista está trabajando para que se expida una Ley General de Atención a la Diversidad Sexual. Esta ley crearía una autoridad central con un programa nacional de atención, algo así como una “Secretaría Arcoíris”, que garantice derechos, atienda denuncias, promueva la inclusión y, sobre todo, reconozca que estas poblaciones existen y tienen voz. Porque sí: aún hay quienes siguen negando eso.
Por último, López Vela compartió que ya se instaló un módulo virtual de atención para personas de la diversidad sexual, tanto mexicanas como extranjeras, que han sido víctimas de discriminación o violaciones a sus derechos humanos. Es un paso más hacia una justicia que no solo sea para unos cuantos.
Así que mientras se pintan de colores los muros y avenidas para celebrar el mes del orgullo, en el Congreso también se están dando batallas importantes. Porque el orgullo no es solo desfile: también es legislación, presupuesto, política pública y, sobre todo, derechos humanos en serio.