Menos abusos y más seguridad en el transporte

Por Bruno Cortés

 

En la Cámara de Diputados se están cocinando cambios que, aunque parezcan técnicos, podrían impactar directamente a quienes se suben a un camión, manejan un tráiler o simplemente caminan por la calle. Y es que la Comisión de Movilidad del Congreso, presidida por la diputada Patricia Mercado del partido Movimiento Ciudadano, acaba de aprobar dos reformas que buscan ponerle freno tanto a los abusos contra transportistas como a la violencia que enfrentan las mujeres en el transporte público.

Vamos por partes.

Primero, el tema de los tráileres. Resulta que, en muchas ciudades, las autoridades locales pueden retirar de circulación vehículos de carga por diversas razones. Pero eso se ha convertido en un calvario para los transportistas: agentes de tránsito que amenazan con mandar las unidades al corralón, cobros indebidos (o “moches”, como los llaman ellos), y mercancía que no llega a tiempo a su destino. El diputado Francisco Javier Borrego Adame, de Morena, contó que los choferes tienen que pagar hasta 20 mil pesos de mordida para evitar que les quiten su unidad, aunque la multa legal sea de apenas dos mil.

La reforma recién aprobada busca ponerle un alto a eso. Prohíbe a los estados y municipios quitar camiones de circulación, salvo en casos muy específicos y justificados: si el vehículo estuvo en un accidente, si no tiene placas, si está involucrado en un delito o si el conductor va borracho. Nada más. Todo para evitar que las leyes se usen como pretexto para extorsionar.

Además, según Patricia Mercado, esto ayudará a tener un sistema de transporte más ordenado y seguro, porque ya no se trata de que cada autoridad haga lo que le parezca. Se ponen reglas claras y parejas para todos, y eso siempre ayuda a prevenir abusos.

Y por si fuera poco, la misma comisión también dio luz verde a otra reforma con enfoque de género: incorporar a la Secretaría de las Mujeres al Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial. ¿Por qué es importante? Porque los números son brutales: según datos oficiales, casi el 70% de las mujeres sienten miedo al usar el transporte público, y muchas han sido víctimas de acoso o violencia sexual.

La diputada Mercado citó datos de la ONU que revelan que en la Ciudad de México, 9 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de agresión en el transporte. Es por eso que ahora se busca que la Secretaría de las Mujeres tenga voz y voto en las decisiones sobre movilidad: para que las políticas públicas también piensen en ellas. Desde el diseño de paraderos más iluminados hasta la capacitación de choferes, pasando por campañas de prevención y botones de emergencia.

La diputada Nancy Aracely Olguín, del PAN, lo resumió muy bien: el transporte público no siempre es seguro, y menos para niñas, jóvenes o adultas mayores. Por eso urge que el gobierno se ponga las pilas y haga algo más que solo prometer.

Estas reformas aún tienen que seguir su camino legislativo, pero el mensaje es claro: en México, la movilidad ya no se ve solo como un tema de calles y coches. También es una cuestión de derechos humanos, justicia económica y, sobre todo, dignidad.

Así que la próxima vez que escuches que se reformó tal o cual artículo de ley, no lo dejes pasar como si fuera cosa de políticos nada más. Porque esas letras, muchas veces aburridas, son las que marcan si un trailero podrá llevar su carga sin ser extorsionado o si una mujer podrá subirse al metro sin miedo.

Y eso, créelo, nos toca a todos.

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