Por Juan Pablo Ojeda
Esta mañana, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encendió las alertas sobre una campaña engañosa que circula en redes sociales bajo el nombre de “Casa por casa” supuestamente promovida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La mandataria fue clara: ese programa no existe. Según explicó, se trata de un intento por difundir desinformación y generar miedo entre la población, haciéndoles creer que el gobierno está cobrando de forma forzada adeudos en sus casas.
“Es falso, no existe ese programa”, sentenció Sheinbaum durante su conferencia matutina, al advertir que están usando esta narrativa como si fuera una estrategia oficial para intimidar a los usuarios. Y, como ya es habitual, hizo un llamado a no dejarse llevar por lo que circula en redes sociales sin verificación. También aseguró que pedirá a la directora de la CFE, Emilia Calleja Alor, que ofrezca una explicación pública detallada sobre esta confusión.
En medio del desmentido, la presidenta aprovechó para hablar de los programas legítimos que sí está impulsando la CFE. Uno de ellos es “Sol del Norte”, un proyecto piloto en Mexicali que busca promover el uso de paneles solares (fotovoltaicos) para aprovechar la radiación solar en el norte del país. Además, mencionó “Justicia Energética”, una estrategia nacional que canaliza recursos públicos para llevar electricidad asequible a las comunidades más pobres y marginadas del país, incluyendo zonas del estado de Durango.
Pero la conversación no se quedó en los programas. Sheinbaum abordó también uno de los ejes estratégicos de su gobierno: la unificación de la CFE. Recordó que tras la Reforma Energética de sexenios pasados, la empresa fue dividida en más de 40 subsidiarias, cada una con su propio consejo de administración, lo que, según ella, fue una estrategia para fragmentar y eventualmente privatizar la empresa, al igual que ocurrió con Pemex.
“Lo que queremos con las nuevas leyes es que la CFE y Pemex vuelvan a ser empresas públicas del Estado, con cuentas claras y sin tanta dispersión. Que no haya tantos brazos separados que dificulten la planeación y la rendición de cuentas”, explicó la mandataria.
Finalmente, Sheinbaum reafirmó una ambiciosa meta energética: su gobierno pretende aumentar la capacidad de generación eléctrica en 25 mil megawatts durante el sexenio. Subrayó que muy pocos países del mundo tienen un plan de expansión eléctrica de esta magnitud, lo que, en su visión, coloca a México en una ruta de soberanía energética con visión de largo plazo.
Entre desmentidos, planes solares y promesas de transformación, la presidenta busca dejar claro que la energía —como la verdad— debe venir del Estado, con claridad y sin intermediarios.